¿Dudas acerca de la nutrición especializada de Clínica Denki?
Preguntas más frecuentes acerca de la neuronutrición, el apoyo metabólico y la alimentación con consciencia plena
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La neuronutrición se refiere al uso de diversas herramientas nutricionales enfocadas a la neuroprotección, ya sea para evitar el progreso de enfermedades crónicas del sistema nervioso (enfermedad de Alzheimer o Parkinson, por ejemplo), o en daño agudo cerebral, como lo es la hipoglucemia severa, trauma craneoencefálico o el infarto cerebral.
Las herramientas más estudiadas y que han demostrado mayor eficacia son los triglicéridos de cadena media (derivados del aceite de coco) o las cetonas exógenas (sales de acetoacetato y β-hidroxibutirato). También hay evidencia creciente del uso de antioxidantes derivados de los alimentos, otras moléculas como el omega 3, y ciertos probióticos.
Como todos los alimentos, las herramientas utilizadas en la neuronutrición no son curativas, sin embargo, son un excelente complemento para el tratamiento médico, la fisioterapia, y otros tipos de terapias dedicadas a la rehabilitación del sistema nervioso, como la musicoterapia, el mindfulness, e incluso la terapia psicológica.
Es totalmente compatible, no interacciona negativamente con ningún fármaco que se enfoque en el sistema nervioso.
En la percepción del paciente o sus cuidadores, pueden observarse mejoras motoras (disminución del temblor o rigidez, o ganancia de fuerza) y cognitivas (mejora de la atención, memoria, y estado de ánimo), así como disminución de la dependencia y el progreso de la enfermedad.
Es un proceso muy variable de individuo a individuo, depende mucho del avance de la enfermedad o el daño, e incluso de la genética, sin embargo, los estudios y experiencias previas proponen que pueden notarse mejorías, aunque sea discretas, en un periodo aproximado de 4 meses mientras se siga el tratamiento con constancia.
Con el uso de cetonas exógenas y los triglicéridos de cadena media algunos pacientes pueden percibir molestias gastrointestinales como irritación estomacal, náuseas, o diarrea, las cuales se corrigen disminuyendo la dosis. Con otras herramientas como el uso de probióticos o antioxidantes no se han reportado efectos secundarios negativos, a menos de que existan intolerancias, alergias, o contraindicaciones previas. Algo que pudiera ocurrir sería que simplemente no se observara ningún efecto en absoluto.
Los efectos descritos han sido reportados en estudios con pacientes que presentan estadios iniciales de las enfermedades neurodegenerativas, o que tienen un pronóstico favorable luego de un daño agudo. Estas terapias no son curativas sino coadyuvantes, y aportan una pieza más a favor de la recuperación del paciente.
Todos aquellos pacientes que no pueden comer por vía oral, o que no logran consumir el 100% de su requerimiento de calorías, vitaminas y minerales por situaciones de enfermedad.
La nutrición enteral es la opción de alimentación que va directamente hacia el tracto gastrointestinal a través de sondas, que pueden ir desde la nariz o la boca hasta el estómago o el intestino, directamente al estómago, o directamente al intestino. También incluye el apoyo nutricional con fórmulas especializadas por vía oral en los pacientes que sí pueden usar esa vía pero que no alcanzan a cubrir sus requerimientos. Puede usarse por periodos prolongados, desde semanas hasta meses, o incluso el resto de la vida.
La nutrición parenteral se refiere a la administración intravenosa de nutrimentos en pacientes que no pueden utilizar el tracto gastrointestinal, o que no logran alcanzar sus requerimientos de calorías, vitaminas y minerales por vía enteral. Suele utilizarse por periodos cortos ya que requiere del uso de catéteres, aunque en casos excepcionales, algunos pacientes la necesitan de por vida y pueden tener una excelente calidad de vida.
Ayuda evitar o corregir la desnutrición asociada a la enfermedad, a cirugías, o por otras razones. Ayuda a recuperar la masa muscular, a fortalecer el sistema inmunológico, a acelerar el cierre de heridas quirúrgicas, a disminuir la estancia hospitalaria, mejorar la calidad de vida de los pacientes, entre otras ventajas.
Es el uso de los sentidos para reconocer las señales corporales de apetito y saciedad, con el objetivo de brindarle a nuestro organismo lo que necesita de una manera libre de prejuicios, sin jerarquías de alimentos, aprendiendo a seleccionar lo que honestamente nos hace bien bajo nuestros propios criterios. Propone que alimentarse no solo significa comer, y se basa en la aplicación de la autocompasión y el agradecimiento. Para la alimentación consciente no existen las dietas y el peso no es lo más importante.
No. Se trata de poder utilizar todos los alimentos a nuestro favor, sin exclusiones. Eso no significa que es una terapia permisiva, sino todo lo contrario, ya que la permisividad podría llevar a extremos poco saludables, sino que invita a que la mayoría del tiempo puedas elegir alimentos que satisfagan tu apetito y te motiven, sin arriesgar tu salud o sacrificar el disfrute.
Dado que bajo los conceptos de la alimentación consciente el peso no es lo más importante, sino la percepción de bienestar y la toma de decisiones en cuanto a la alimentación, no se utiliza al peso como un indicador de éxito. Sin embargo, eso depende de las metas individuales y otros factores que se pueden valorar en consulta.